La Municipalidad enviará al Concejo el nuevo pliego para licitar la recolección de residuos durante el primer trimestre de 2026, con la intención de que el cuerpo legislativo lo trate y lo apruebe a lo largo del año próximo. El servicio —considerado uno de los más sensibles para el funcionamiento diario de la ciudad— es, además, el contrato económico más importante que administra la Intendencia.
La necesidad de actualizar el marco regulatorio no es nueva: la concesión vigente está vencida desde 2020 y desde entonces la prestación se sostiene a través de prórrogas sucesivas, un esquema que, en los hechos, reduce la capacidad del municipio de exigir inversiones y mejoras de fondo.
La presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, señaló que el retraso en la aprobación de un nuevo esquema no puede explicarse solo por el contexto macroeconómico. Si bien admitió que la alta inflación y la falta de previsibilidad complicaron durante años la idea de firmar concesiones de largo plazo —que requieren desembolsos fuertes—, remarcó que el principal obstáculo estuvo en el propio Concejo.
En esa línea, sostuvo que el Ejecutivo municipal remitió el proyecto en varias oportunidades, pero que la falta de tratamiento hizo que, una y otra vez, perdiera estado legislativo. Para Schmuck, esa dinámica terminó dilatando una discusión que hoy se vuelve ineludible.
Las causas de la demora, de todos modos, siguen siendo motivo de disputa política. En el Palacio Vasallo conviven lecturas cruzadas: desde distintos bloques se reparten responsabilidades y, desde la oposición, también se cuestiona a la Municipalidad con el argumento de que nunca empujó con decisión un acuerdo que garantizara su aprobación.
Mientras tanto, el servicio funciona en un terreno de acuerdos parciales: con el pliego vencido, el municipio y las empresas negocian ajustes puntuales en la modalidad de recolección sin un marco legal actualizado que ordene obligaciones, metas de calidad e inversiones.
Schmuck confió en que una nueva concesión permitiría recuperar “estabilidad” para exigir mejoras significativas en procesos y en calidad de prestación. Al mismo tiempo, reconoció que el debate será más exigente: la actual composición del Concejo —con menor peso del oficialismo que en años anteriores— anticipa un tratamiento más discutido y con mayor necesidad de consensos.
