Con el cierre puntual de las elecciones a las 18 horas, las escuelas de toda Argentina pusieron fin a una jornada electoral que mantuvo a la nación en vilo. Ahora, los focos de atención se centran en los búnkeres de los principales candidatos, Sergio Massa de Unión por la Patria y Javier Milei.

En el búnker de Sergio Massa, la atmósfera está cargada de entusiasmo. A medida que la militancia del partido llega al lugar, la expectación crece. Fuera de las instalaciones, se ha montado un pequeño mercado de choripanes donde los partidarios se reúnen para compartir momentos de camaradería. Los cánticos y los sonidos de los bombos resuenan en el aire, creando un ambiente festivo mientras se aguardan los resultados del escrutinio.
Por otro lado, el búnker de Javier Milei refleja una escena similar. Los seguidores del candidato se congregan con banderas y entonan cánticos de apoyo. La energía es palpable mientras esperan ansiosamente los primeros datos del escrutinio. La dualidad entre ambos búnkeres crea una tensión única en el aire, con ambos candidatos y sus seguidores confiados en la victoria.





