La Justicia rosarina le ordenó al Banco Santander Argentina SA que restituya a un cliente una suma de dinero que le fue debitada mediante una estafa electrónica.
Además, el juez en lo civil y comercial, Nicolás Villanueva, también resolvió que el Banco proceda al cese de hostigamiento y la inmediata abstención de reclamar y/o perseguir el cobro de los fondos girados en descubierto y de cualquier suma que se al cliente le impute o se haya generado con motivo de la estada virtual.
Asimismo, la entidad bancaria deberá suprimirlo como deudor moroso en el Registro de datos de deudores del Banco Central. Según la demanda patrocinada por las abogadas Andrea Botello y Juliana Ruchelli le debitaron sin su consentimiento de su cuenta $142.712 y realizaron un giro en descubierto por $1.057.000.
El 29 de octubre de 2024 advirtió en el Instagram oficial del Banco Santander una publicidad que invitaba a sus clientes a participar en un sorteo de un teléfono celular y al abrir la publicidad, lo direccionó al Homebanking que normalmente opera, ya que éste era el medio para participar del sorteo. Al ingresar, automáticamente le quedó bloqueada la pantalla del celular, sin poder cerrar la aplicación desde su móvil.
Pasados 8 minutos sin obtener respuestas, logró ingresar al homebanking desde la PC, y allí se encontró con la sorpresa de que figuraba una transferencia de $1.200.000, que negó haber realizado.
Destacó que nadie del Banco pudo explicarle el motivo de las operaciones fraudulentas de las que fue víctima, como así tampoco porqué razón se autorizó la ampliación de fondos para girar en descubierto otorgada originalmente por la entidad, la que ascendía a $ 15.000, autorización que jamás solicitó, ni aceptó, ni le fue debidamente informado.
Señaló el magistrado que es dable reseñar que “phishing” es un término utilizado por los especialistas en informática para denominar una conducta ilícita, encuadrada en el campo de las denominadas estafas informáticas, y que se comete mediante el uso de ingeniería social.