Los principales sindicatos –CGT y las dos CTA– presentaron un reclamo unificado para que el salario mínimo alcance los 657.700 pesos en mayo, mientras que el sector empresario ofreció apenas 306.500 pesos. Ante estas diferencias, el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil se reunió este martes sin poder cerrar un acuerdo y decidió pasar a un cuarto intermedio. El desencuentro pone de relieve la creciente distancia entre trabajadores y empleadores, en un contexto en el cual el piso salarial acumuló sólo un 3,5 % de aumento en lo que va del año, frente a un alza del 8,6 % en los precios.
El encuentro, el primero convocado por el Consejo en 2025, tenía como objetivo definir el nuevo monto del salario mínimo y ajustar los topes mínimo y máximo de la prestación por desempleo. Las organizaciones obreras solicitaron un incremento del 120 %, que elevaría el salario mínimo hasta 644.165 pesos en abril y 657.703 pesos en mayo. En cambio, los empresarios propusieron subas escalonadas de apenas 4,9 % en tres meses: 301.500 pesos en abril, 306.500 pesos en mayo y 311.500 pesos en junio. Frente a la imposibilidad de consenso, el Gobierno deberá fijar nuevamente el valor del salario mínimo, tal como ha venido haciéndolo desde diciembre de 2023.
Un reciente informe de CIFRA advierte que, desde la asunción del actual Ejecutivo en diciembre de 2023, el poder adquisitivo del salario mínimo se redujo en más de un tercio. Esto implica que hoy, con el mismo dinero, es posible adquirir muchos menos bienes y servicios que hace 17 meses.
En febrero, el salario mínimo representó menos del 20 % del salario promedio registrado en el sector privado, muy por debajo del 25 % que llegó a promediar en los años ’90 y del casi 45 % que alcanzó entre 2006 y 2009.
Además, el piso salarial vigente se encuentra un 44,1 % por debajo de su valor real de noviembre de 2019, al cierre del gobierno anterior, y un 57,3 % inferior al nivel de 2015. De haberse mantenido su valor frente a la inflación, hoy rondaría los 700.000 pesos.