Este miércoles el hospital Provincial normalizó la atención en la guardia médica que hasta ahora sólo recibía “códigos rojos”, casos gravísimos de extrema urgencia. Con todo, la atención es a puerta cerrada. Los pacientes deben golpear para ser atendidos y el lugar de espera es reducido. Los médicos, indicaron, aún no se sienten seguros y reclaman más medidas de control. Desde el crimen del policía Leoncio Bermúdez, los agentes que custodiaban el centro de salud desde afuera lo hacen adentro, mientras dos gendarmes recorren la manzana a pie.
Tras el crimen de Bermúdez el 14 de noviembre, cuando se topó con sicarios armados que salían del hospital, la guardia se cerró y luego se mantuvo así incluso después de sucesivos paros médicos en reclamo de seguridad. Recién esta semana, se reanudó la atención pero de manera restringida, pero ya desde el miércoles es total, aunque no como era antes.El ingreso ya no es libre, los pacientes deben golpear la puerta y esperar a que les abran para ser atendidos, lo que en algunos generaba malestar.
Desde el grupo de residentes del hospital, advirtieron también que las medidas de seguridad no son suficientes.
Entre los cambios implementados estos días, estuvo el traslado de los policías que estaban apostados en el destacamento móvil, que ahora tienen un lugar dentro del hospital aunque es un espacio reducido e incómodo.
A eso se le sumaron gendarmes que custodian la manzana y también se avanzó en una puerta blindada, que por el momento no pudieron conseguir.