El Aeropuerto Internacional Rosario “Islas Malvinas” podría quedar inoperativo durante más de tres meses, si finalmente se aprueba el esperado plan de obras para renovar por completo su pista de aterrizaje. Aunque el cierre estaba previsto para septiembre, las demoras en la licitación nacional mantienen en vilo tanto a las autoridades de la terminal como a las aerolíneas que operan allí.
Todo dependerá de lo que se resuelva este jueves en la ciudad de Buenos Aires, donde se reunirá el directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). En esa mesa se analizará el proyecto técnico y logístico para ejecutar la obra en Rosario. “Podría haber definiciones concretas”, anticiparon desde el entorno del aeropuerto, aunque aclararon que están sujetos a las decisiones que adopten tanto el Orsna como la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac), organismos que regulan el funcionamiento de la terminal.
El plan para modernizar la pista había sido anunciado a fines de abril por el gobierno nacional, que estimaba un plazo de 100 días de trabajos, durante los cuales no habría vuelos ni operaciones. La idea era comenzar las obras en la segunda quincena de septiembre, pero los retrasos administrativos en el proceso licitatorio ponen en duda ese cronograma.
En medio de esta indefinición, la infraestructura del aeropuerto ya evidencia un desgaste notable. A pesar de mantenerse operativo, en las últimas semanas la pista tuvo que ser clausurada en dos oportunidades para llevar a cabo intervenciones urgentes. El 21 de julio, por ejemplo, se interrumpieron los vuelos durante diez horas para realizar tareas de mantenimiento. Días antes, también se suspendieron las operaciones por otras cuatro horas con el mismo fin.
A esta situación se suma un hecho reciente que agravó el estado del asfalto: la llegada de vuelos de gran porte que fueron derivados desde Buenos Aires por condiciones climáticas adversas. Esas aeronaves, que no suelen utilizar la pista rosarina, habrían contribuido al deterioro del pavimento.
Por ahora, la expectativa está puesta en la reunión de este jueves, que podría definir si finalmente el aeropuerto interrumpe su actividad en septiembre para encarar una de las obras más importantes de su historia.