El Concejo Municipal de Rosario aprobó este jueves una importante reforma normativa destinada a optimizar la protección del patrimonio histórico, arquitectónico y urbanístico de la ciudad. La normativa, conocida como el “Plan de Sostenibilidad Patrimonial” (PSP), se propone garantizar que los más de 5.300 inmuebles catalogados no queden sujetos al deterioro o abandono por falta de recursos o de mecanismos de intervención.
Entre sus aspectos centrales, la nueva regulación incorpora los llamados Derechos de Edificación Transferibles (DET): un mecanismo que permite a los propietarios de inmuebles protegidos negociar los metros constructivos no utilizados en su propio edificio en favor de otros terrenos receptores, con lo que se posibilita obtener recursos económicos para la conservación del bien patrimonial. Asimismo, el proyecto reduce el número de grados de protección —de ocho a cuatro— lo que simplifica los trámites y permite una intervención más ágil, sin renunciar a la preservación del valor histórico.
El concejal a cargo de la Comisión de Planeamiento, Fabrizio Fiatti, explicó que “proteger no puede significar imponer abandono”. Tal declaración sintetiza el objetivo del plan: que los edificios con valor histórico cuenten con un marco jurídico-económico que los mantenga activos y en uso, compatibles con el desarrollo urbano contemporáneo.
El nuevo régimen otorga especial atención a lotes donde solo se conservará la fachada mientras se construye detrás, siguiendo ejemplos de intervenciones previas en la ciudad. También se define un área de emisores (inmuebles patrimoniales) y zonas receptoras —como corredores urbanos estratégicos— donde se podrá trasladar la edificabilidad acumulada de los DET.
A su vez, la normativa contempla el rediseño del inventario y catálogo de bienes patrimoniales, y simplifica las herramientas de gestión al agruparlas en tres ordenanzas vigentes. Según datos municipales, hasta ahora únicamente 66 de los inmuebles catalogados gozaban de protección efectiva y ninguno contaba con instrumentos económicos reales para su conservación.
Con esta aprobación, el municipio busca duplicar en los próximos años la cantidad de bienes patrimoniales con protección efectiva, logrando un equilibrio entre conservación histórica, funcionalidad urbana y viabilidad económica para sus propietarios.

















 
					 
								
				
				
			

 
				 
				 
				