La concejal libertaria Sabrina Prence, del bloque Nación y Libertad, impulsó la derogación de la ordenanza municipal N° 7.790, que adhiere a la Ley Provincial 12.069 de Grandes Superficies, vigente en la Ciudad desde 2004. La ley establece limitaciones como techos de facturación, superficies máximas y exigencias burocráticas que, en la práctica, desalientan la instalación de nuevas cadenas comerciales en la ciudad.
“En un contexto nacional marcado por la apertura económica, Rosario continúa cerrando sus puertas a la llegada de grandes cadenas comerciales por efecto de una normativa local que perjudica directamente a los consumidores”, argumentó Prence.
“Rosario, siendo la segunda ciudad del país, continúa aislada de las grandes inversiones comerciales por culpa de una normativa obsoleta. El único resultado es menos competencia, menos variedad y precios más altos para los rosarinos”, sostuvo la edil al presentar su propuesta de derogación.
La ley establece limitaciones como techos de facturación, superficies máximas y exigencias burocráticas que, en la práctica, desalientan la instalación de nuevas firmas en la ciudad. Según Prence, lejos de proteger al comercio local, estas restricciones fortalecen monopolios ya instalados. “No se defiende al pequeño comerciante, se protege a un grupo reducido de empresarios que no quieren competencia”, aseguró.
El caso Yaguar: una inversión frustrada
Un ejemplo emblemático es el de la cadena mayorista Yaguar, que intentó abrir un local en Rosario pero fue bloqueada tras un prolongado litigio judicial. La Corte Suprema provincial falló a favor del municipio, basándose en esta normativa, lo que significó la pérdida de una inversión millonaria y de cientos de puestos de trabajo. “No fue un fallo contra Yaguar, fue un fallo contra los consumidores”, remarcó Prence.
Impacto directo en precios y calidad de servicios
La concejal advirtió que la falta de competencia se refleja en el bolsillo de los ciudadanos. “Los precios suben y la variedad baja cuando se impide que nuevos actores entren al mercado”, explicó. Además, criticó que cadenas ya instaladas no renuevan ni mejoran sus locales debido a que sus planes de expansión están detenidos.
Casos como los de supermercados DÍA o La Anónima, que expresaron interés en ingresar a Rosario, ilustran las consecuencias del marco regulatorio vigente. A pesar de tener presencia en diversas ciudades del país, no han podido establecerse en la ciudad por las restricciones impuestas por la ley.
La concejal advirtió que la falta de competencia se refleja en el bolsillo de los ciudadanos. “Los precios suben y la variedad baja cuando se impide que nuevos actores entren al mercado”, explicó. Además, criticó que cadenas ya instaladas no renuevan ni mejoran sus locales debido a que sus planes de expansión están detenidos.
Desigualdad y pérdida de oportunidades
Mientras cadenas internacionales como Decathlon anuncian su desembarco en Argentina, Rosario queda excluida de sus planes de expansión por la vigencia de esta normativa. Para Prence, esto consolida un escenario de desigualdad entre ciudades, donde los rosarinos terminan pagando más por menos opciones.
Desde una mirada basada en la Escuela Austriaca de economía, Prence argumentó que “el libre mercado es la única forma de evitar la cartelización y fomentar la verdadera prosperidad”. Su proyecto apunta a abrir Rosario a nuevas inversiones, a la innovación y a una competencia transparente. “Es momento de dejar de proteger privilegios y empezar a proteger al consumidor”, concluyó.
