El Círculo de Sordos de Rosario atraviesa una situación crítica: el contrato de alquiler de su sede ubicada en Lavalle 1415 vence a fines de junio y la institución no cuenta con recursos para renovarlo ni acceder a otro inmueble. Si no aparece una solución urgente, más de 530 socios y 150 alumnos —muchos provenientes de otras localidades— podrían perder su lugar de pertenencia, formación y contención.
La entidad fue fundada en 1984 y desde entonces cumple un rol fundamental en la integración entre las comunidades sordas y oyentes. Fue reconocida como Entidad de Bien Público por la Municipalidad de Rosario en 1995, y sus cursos de Lengua de Señas fueron declarados de interés municipal por el Concejo en 1997. Sin embargo, a pesar de los reconocimientos institucionales, las gestiones para obtener un inmueble en comodato nunca prosperaron. “Hace años venimos tocando puertas a nivel provincial, municipal y en el Concejo. Seguimos esperando”, lamentó Adriana Andrada, intérprete del Círculo, en diálogo con VersiónRosario.
El problema no es solo económico. Además del elevado costo de un nuevo alquiler, la institución no cuenta con garantías propietarias, requisito excluyente para firmar contratos. Tampoco tiene capacidad para afrontar los gastos de ingreso que exige cualquier locación. Los ingresos principales provienen de los cursos de Lengua de Señas, que no alcanzan para cubrir una mudanza y sostener otra sede.
El cierre no solo implicaría la interrupción de actividades educativas, sino también la pérdida de un espacio vital de socialización para la comunidad sorda. “Muchos socios tienen familiares oyentes con los que apenas pueden comunicarse. En el Círculo encuentran un lugar donde compartir su lengua, estar con sus amigos y sentirse parte de algo. Si cierra, se les apaga una parte importante de su vida social”, explicó Andrada.
A menos de un mes del vencimiento del contrato, la institución necesita con urgencia una solución. Quienes puedan colaborar, ya sea con donaciones, contactos o propuestas concretas de espacios en comodato, pueden comunicarse con el Círculo de Sordos al (341) 387-7660 o con Adriana Andrada al (341) 576-6347.
La comunidad sorda de Rosario espera que esta vez las autoridades escuchen y actúen. No se trata solo de un edificio, sino de preservar un espacio que representa inclusión, identidad y derechos.