El ajuste previsional aplicado por el Gobierno nacional desde diciembre de 2023 tuvo un fuerte impacto en la provincia de Santa Fe, donde más de 483 mil personas perciben jubilaciones, de las cuales 448 mil dependen del PAMI. Así lo revela un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que analiza la evolución de los haberes y las políticas previsionales durante el último año.
Según el estudio, el congelamiento del bono previsional en $70.000 desde marzo de 2024 es uno de los factores centrales de la pérdida de ingresos. De haberse actualizado por inflación, ese refuerzo debería ubicarse hoy en $177.482, lo que implicó una pérdida acumulada de $1.471.648 por jubilado entre abril de 2024 y diciembre de 2025.
El informe también señala que las jubilaciones mínimas con bono se encuentran un 16,9% por debajo del nivel registrado en el último trimestre del gobierno anterior, mientras que las jubilaciones sin bono muestran una caída del 2,3% en el mismo período.
A este escenario se suma la eliminación del refuerzo mensual del PAMI, que representó un recorte adicional de $713.606 por jubilado, y la supresión del reintegro del IVA en consumos básicos, una medida que afectó al 85% de los adultos mayores.
Desde el CEPA advierten que estas decisiones consolidan a las jubilaciones como una de las principales variables de ajuste, con consecuencias que trascienden a los beneficiarios directos. La caída del poder adquisitivo no solo deteriora la calidad de vida de los jubilados, sino que también impacta de manera negativa en el consumo y la actividad económica de Santa Fe, una provincia con fuerte peso del mercado interno.
El informe concluye que, de mantenerse este esquema, el deterioro de los ingresos previsionales seguirá profundizando las desigualdades y limitando la recuperación económica a nivel local.




















