La Justicia rosarina ordenó una cautelar contra un Banco por una presunta estafa virtual en perjuicio de una jubilada. Resolvió que la entidad bancaria se abstenga o cese en el cobro de las cuotas del préstamo otorgado y no la informe en la base de datos de deudores de morosos hasta tanto se dicte sentencia de fondo.
El 8 de marzo de este año esta mujer resultó víctima de una estafa informática mediante la cual le fue otorgado un préstamo bancario por la suma de $9.000.000. Además le sustrajeron en forma fraudulenta la suma de $2.350.000 de la cuenta.
Señaló en la demanda patrocinada por las abogadas Carolina Vitar y María Dolores Casas que la maniobra tuvo lugar al recibir un correo electrónico por el que se le informó la detección de una compra sospechosa por la suma de $287.000 con su tarjeta VISA, y que en dicho correo se indicaba un número de teléfono para comunicarse en caso de desconocer la operación, y atento a no haber efectuado la compra, se comunicó a dicho número y fue atendida por quien dijo pertenecer al sector delitos informáticos de VISA, quien tras solicitó que relate lo sucedido le informó que había sido víctima de un fraude cibernético y que debía aguardar un llamado desde el área de legales de VISA para solucionar el problema.
Manifestó que al cabo de unos minutos recibió una llamada presuntamente de ese sector, y tras hacer click en un link que le proporcionaron, el supuesto asesor legal le fue dando indicaciones con la finalidad de “limpiar” sus cuentas.
Destacó que al día siguiente advirtió una serie de movimientos irregulares en su homebanking, específicamente diversas transferencias efectuadas a cuentas desconocidas y no vinculada en forma sucesiva, y principalmente un préstamo personal concedido a su nombre por la suma de $9.000.000, operaciones que no fueron realizadas por ella ni con su consentimiento.
Enfatizó que pese a haber consultado en reiteradas oportunidades sobre el estado de su reclamo, la entidad demandada no le brindó nunca una respuesta clara, limitándose a solicitarle documentación ya acompañada; y que finalmente fue informada que sus reclamos habían sido rechazados.
El débito mensual de la cuota que ronda los $530.000 coloca a la mujer en la imposibilidad de afrontarlos gastos que demanda su propia manutención y subsistencia, considerando que el único ingreso resulta ser su haber jubilatorio
El juez en lo civil y comercial, Nicolás Villanueva, citó bibliografía que señala que “phishing” es un término utilizado por los especialistas en informática para denominar una conducta ilícita, encuadrada en el campo de las denominadas estafas informáticas, y que se comete mediante el uso de ingeniería social. Alude a que una persona “muerde el anzuelo”, brindando su contraseña.
Agregó que ” la falta de perjuicio que implica para un banco de reconocida solvencia el dictado de una cautelar que lo obligue a suspender precautoriamente el cobro de las cuotas del préstamo otorgado; como así también no informar como deudora morosa a la mujer en la base de datos del BCRA, y todo ello a partir de las operaciones cuestionadas y hasta tanto se dirima la pretensión de fondo”.
