Una investigación penal desarticuló una red de sobornos dentro de la Gendarmería Nacional Argentina en la provincia de Córdoba. Veintitrés efectivos fueron detenidos tras denunciarse que exigían pagos a camioneros para permitir su circulación sin sanciones.
Las coimas oscilaban entre 50.000 y 600.000 pesos, según la acusación. Los choferes debían entregar el dinero —en efectivo o mediante transferencia— a cambio de seguir viaje. El operativo incluyó allanamientos simultáneos en Córdoba, Santa Fe, Salta y Catamarca.
La causa comenzó con una denuncia en febrero y fue ampliada luego de que el número de detenidos pasara de 14 a 23 en pocos días. La fiscalía federal investiga a varios jefes de sección y agentes por “asociación ilícita” y “cohecho agravado”.
El escándalo derivó en cuestionamientos tanto internos como externos a la fuerza, que ahora debe responder sobre el grado de complicidad y control que existía sobre esos puestos viales. Transportistas y empresas de logística reclaman mayor seguridad en las rutas y un accionar más claro de los controles estatales.