A partir del próximo jueves, quedará firme una medida clave en el marco de la ampliación de la autopista Rosario-Santa Fe: los camiones no podrán acceder a la traza entre los kilómetros 0 y 4 en sentido hacia la capital provincial. La decisión forma parte de las obras para sumar un tercer carril, una intervención estratégica impulsada por el gobierno santafesino para mejorar la conectividad en uno de los corredores más transitados del país.
Según explicó Carlos Torres, titular de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), la medida busca evitar la interrupción total del tránsito, manteniendo la circulación para autos y transporte de pasajeros. “Desde el jueves, ningún camión podrá ingresar a la autopista en ese tramo”, confirmó. Hasta ahora, la restricción venía aplicándose a modo de prueba, pero desde el 7 de agosto entrará en vigencia de manera definitiva.
La disposición alcanza exclusivamente al transporte de carga que se dirige hacia Santa Fe. Vehículos particulares y colectivos podrán continuar utilizando la autopista sin inconvenientes en ambos sentidos.
Como parte del operativo, los camiones que lleguen a Rosario por Circunvalación ya no podrán incorporarse a la autopista Rosario-Santa Fe. Deberán tomar desvíos previamente establecidos por rutas alternativas, entre ellas la nacional A012, que funcionará como principal vía de derivación para descomprimir la zona afectada por las obras.
En detalle, los desvíos estarán ubicados en:
- El empalme de la autopista Rosario-Buenos Aires con la A012.
- El cruce de la autopista Rosario-Córdoba con la A012.
Desde la APSV recomendaron prestar atención a la señalización transitoria y seguir las indicaciones del personal apostado en los accesos, especialmente del operativo de la Guardia Provincial.
La obra está a cargo de la empresa Pose S.A. y representa una inversión superior a los 41.000 millones de pesos por parte del gobierno provincial. Se trata de una de las intervenciones más importantes en materia de infraestructura vial en el territorio santafesino, diseñada para mejorar la fluidez del tránsito y elevar los estándares de seguridad en una autopista que hoy soporta más de 38.000 vehículos por día.
Sebastián Kelman, director del Observatorio Vial de la APSV, señaló que la alta densidad de tránsito en esa zona responde, entre otros factores, a la intensa actividad del cordón industrial. “Desde Rosario, los camiones deberán ser desviados por la A012, no podrán tomar la autopista hacia Santa Fe”, aclaró en declaraciones radiales.
La implementación del desvío generó ciertas dudas respecto al alcance de la medida. Se había especulado con la posibilidad de que también se restringiera el paso de vehículos livianos, pero finalmente esto fue descartado por las autoridades. Tanto automóviles particulares como colectivos continuarán circulando por la autopista sin modificaciones.
El transporte de pasajeros, clave para la movilidad interurbana en la región, también queda excluido de las restricciones, lo que garantiza el mantenimiento del servicio para quienes viajan entre Rosario y otras localidades de la provincia.
La ampliación de la autopista Rosario-Santa Fe es una obra esperada desde hace años. Con este nuevo carril se busca no solo reducir la congestión, sino también disminuir el riesgo de siniestros en un corredor vital para la economía y el transporte de cargas del Litoral argentino.