La provincia pondrá en marcha un nuevo equipamiento de seguridad a partir de septiembre: la policía contará con 100 pistolas Taser y 100 lanzadoras Byrna, adquiridas en marzo pasado mediante licitación. El anuncio fue realizado por el subsecretario de Tecnología y Equipamiento, Armando Faraoni, quien precisó que las primeras unidades estarán destinadas a agentes que prestan servicio en Rosario y Santa Fe.
El funcionario explicó que la implementación estará acompañada por un programa de formación dividido en dos instancias. En la fase teórica, los agentes recibirán instrucción sobre las características del dispositivo: “No se trata de un arma de fuego convencional, sino de un equipo tecnológico que incorpora giroscopio, mira láser y una plataforma que registra cada disparo. Además requiere mantenimiento eléctrico, carga de datos y actualización de software”, detalló Faraoni.
La etapa práctica contempla tres ejercicios: disparos sobre siluetas, entrenamientos de desenfunde y transición entre armas de fuego y de menor letalidad, y finalmente la experiencia directa de los instructores que reciben el impacto eléctrico en el cuerpo. “Ese paso es clave para que conozcan de primera mano los efectos de la descarga y tomen conciencia de su uso responsable”, subrayó el subsecretario.
Actualmente cuatro capacitadores entrenan a un grupo inicial de 15 instructores, quienes luego replicarán la formación en distintos puntos de la provincia. La práctica se realiza bajo un estricto protocolo de seguridad que divide el espacio en dos sectores: una línea segura para observadores y personal de apoyo, y un área de acción con tatamis para quienes manipulan el arma.
El procedimiento de impacto también está reglamentado. Antes del disparo se emite una orden de preparación y una advertencia verbal. La descarga dura cinco segundos, tras lo cual un asistente sostiene al voluntario para evitar caídas. Luego se retiran los dardos, se realiza desinfección y se conserva el material para peritaje. Durante al menos diez minutos, la persona es monitoreada para descartar complicaciones.
Según Faraoni, las Taser están diseñadas para operar a una distancia de entre 3 y 12 metros. Cada dispositivo incorpora además una bodycam que registra en video toda la secuencia de uso. “Esto permite verificar eventuales abusos y sancionarlos, pero también sirve como resguardo frente a denuncias infundadas contra los policías”, puntualizó.
Con esta incorporación, el gobierno provincial busca sumar herramientas de menor letalidad al accionar policial, en un contexto en el que la seguridad pública se mantiene como una de las principales preocupaciones de la gestión.