La información de la que se hizo eco la semana pasada VersiónRosario sobre los rumores del desembarco de Decathlon en Rosario y las presuntas trabas que el gigante encontraría para llegar al mercado local, generaron repercusión no solo en la ciudad sino a nivel nacional. Al punto que el economista Lucas Llach, quien fue vicepresidente del Banco Nación, tiró leña al fuego con un breve pero contundente mensaje en la red social X: “¿Quiénes son los delincuentes?”, acompañado de la captura de pantalla de la nota de este medio.
El comentario, que rápidamente se viralizó, fue interpretado como una crítica directa al entramado de intereses empresariales y regulatorios que habría frenado la llegada de la marca. La publicación despertó una inmediata reacción dentro de la Municipalidad, donde tanto el intendente Pablo Javkin como otros funcionarios salieron a marcar posición.
La publicación se viralizó rápidamente y provocó una fuerte reacción en el gobierno rosarino. Tanto el intendente Pablo Javkin como el secretario de Desarrollo Productivo Sebastián Chale salieron al cruce para desmentir las versiones. Javkin respondió desde su cuenta oficial: “Burda fake news. La realidad: volvió Rosario”, en un mensaje que buscó defender la política municipal y remarcar el crecimiento económico de la ciudad.
Chale, por su parte, fue más extenso y apuntó directamente contra dirigentes del peronismo local y referentes libertarios: “Esta es una fake que se origina en un intento burdo de sacar ventajita política de algunos dirigentes del PJ en Funes y ahora replicada por libertarios. Lamento que mucha gente de buena fe lo esté reproduciendo. No hay ninguna traba en Rosario. Somos una ciudad abierta a la inversión privada”. En el mismo hilo destacó que el municipio impulsa políticas para incentivar la actividad económica, como el Outlet de Marcas y la ordenanza de promoción que otorga beneficios fiscales y urbanos a quienes invierten.
Sin embargo, la discusión volvió a poner en primer plano las dificultades que enfrentan algunos proyectos privados para avanzar en la ciudad. Según reveló VersiónRosario, Decathlon había elegido un predio en la zona de Circunvalación para su primera tienda santafesina, pero la iniciativa habría quedado trabada por presiones de un grupo empresario local que concentra la mayoría del mercado deportivo rosarino.
El intercambio digital volvió a poner sobre la mesa el debate por el clima de negocios en Rosario. Desde distintos sectores empresariales sostienen que la ciudad presenta un entramado de regulaciones y habilitaciones que muchas veces desalientan la llegada de nuevas inversiones, sobre todo si son de capitales no rosarinos.
“Rosario no puede perder oportunidades de desarrollo por intereses sectoriales”, advirtió un empresario del rubro comercial que prefirió no revelar su identidad y apuntó a que lo mismo sucedió con supermercados como el caso de Día, Yaguar, entre otros que desistieron de abrir por lobbys locales. El caso Decathlon, que comenzó como una disputa comercial, terminó por abrir un nuevo capítulo en la discusión sobre cómo atraer inversiones a una ciudad y volver a posicionar a Rosario como la segunda ciudad del país.