Bogart es uno de los lugares que una generación entera ha tenido la suerte de visitar, para ir a tomar algo, para festejar un cumpleaños o para despuntar el vicio de subirse al pequeño escenario a cantar alguna canción entrañable.
¿Por qué? La primera pregunta que aparece como un grito por parte de todos los seguidores de la cuenta oficial del bar cuando un posteo anunciaba lo que definen como “no es un adiós sino un hasta siempre”.
Los motivos responden por un lado a la crisis que viene complicando a la mayoría de los espacios culturales y vinculados a la gastronomía, pero sin embargo desde el local apuntan todos sus cañones a una “persecución por parte de la Municipalidad a los lugares de la noche de Rosario”.
“Resistimos crisis económicas, una pandemia, y seguimos apostando por la cultura, el encuentro y la música. Sin embargo, lo que no pudimos resistir fue el incesante acoso de la municipalidad, como tantos otros espacios nocturnos de Rosario. La noche fue vaciada poco a poco, como si hubiera un plan para convertirla en un páramo” manifiestan desde Bogart agregando que los estigmatizan con prejuicios absurdos.
