A solo una semana de que comience formalmente el proceso de reforma constitucional en Santa Fe, los principales bloques políticos intentan destrabar uno de los puntos clave para que la Convención Constituyente pueda funcionar: la aprobación de su reglamento interno. Aunque las conversaciones avanzan, las diferencias persisten y por ahora no hay consenso cerrado.
Este lunes al mediodía se dará un nuevo intento por acercar posiciones. Dirigentes del frente Unidos mantendrán un encuentro con referentes del justicialismo en la capital provincial, aunque desde el oficialismo advierten que será más una instancia de exposición de posturas que una mesa de definiciones concretas.
En el seno del peronismo también hay tensiones sin resolver. La coalición Más para Santa Fe deberá antes saldar un debate interno: definir quién liderará su bancada en la Convención. El rosarino Juan Monteverde, tras su reciente triunfo en las elecciones municipales, es señalado por varios sectores como el nombre natural para esa responsabilidad. Sin embargo, algunos senadores provinciales impulsan al legislador Rubén Pirola, con el argumento de que su perfil más dialoguista facilitaría la convivencia con la mayoría oficialista.
Una posible salida a ese dilema sería ofrecerle a Monteverde la vicepresidencia primera del cuerpo, mientras la presidencia ya está asignada al senador radical Felipe Michlig.
En cuanto al reglamento, el esquema que se busca aprobar tomaría como base el protocolo de funcionamiento vigente en la Cámara de Diputados provincial, aunque con adecuaciones específicas. Su aprobación requerirá una mayoría especial de dos tercios, por lo que Unidos deberá garantizar el respaldo de parte de la oposición.
Uno de los puntos más discutidos es el mecanismo de votación de los futuros artículos de la nueva Constitución. Desde el peronismo proponen que cada cláusula requiera el respaldo de dos tercios de los convencionales. Por su parte, La Libertad Avanza insiste en que para habilitar las sesiones el quórum mínimo debe ser de 36 miembros, y no 35, argumentando que sobre un total de 69 integrantes, la mitad más uno equivale a 35,5.
También está pendiente la definición sobre la conformación de comisiones. En principio serían entre cinco y seis, incluida una comisión redactora, que tendrá un rol clave. El oficialismo busca que estos espacios sean el centro del debate técnico, reduciendo al mínimo los plenarios.
Uno de los puntos más resistidos por la oposición es la propuesta de Unidos que permitiría al presidente de la Convención emitir voto común y disponer del doble voto en caso de empate. Desde los bloques opositores ya anticiparon que no acompañarán esa medida.
En resumen, a una semana del inicio formal de sesiones, la Convención Constituyente santafesina avanza con negociaciones cruzadas, diferencias internas y la urgencia de lograr acuerdos mínimos para echar a andar una reforma largamente postergada.