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Controles de alcoholemia: un taxista se negó al test y otro conductor terminó en el corralón

Todo comenzó cerca de las 2 a. m. cuando personal policial detectó un taxi mal estacionado en la intersección de San Luis y Dorrego.

Una serie de controles realizados en la madrugada de este miércoles en el centro rosarino dejó como saldo dos vehículos remitidos al corralón y nuevas infracciones por conducir bajo los efectos del alcohol. Uno de los casos involucró a un taxista que fue sorprendido dormido dentro de su auto, mientras que el otro se trató de un conductor particular con un alto nivel de alcohol en sangre.

Todo comenzó cerca de las 2 a. m. cuando personal policial detectó un taxi mal estacionado en la intersección de San Luis y Dorrego. El vehículo, un Chevrolet Corsa, obstaculizaba la circulación y llamó la atención de los agentes debido a que el conductor permanecía inmóvil al volante. Al acercarse, los uniformados notaron un fuerte olor etílico que emanaba del interior del habitáculo.

Frente a esta situación, se solicitó la presencia de inspectores municipales de la Secretaría de Control y Convivencia para realizar el correspondiente test de alcoholemia. Sin embargo, el conductor, identificado como Marcelo M., se negó a someterse a la prueba. Ante esa negativa, y conforme a lo establecido por la normativa vigente, se procedió al secuestro del vehículo y su traslado al corralón municipal. La infracción fue remitida al Tribunal de Faltas para su tratamiento.

Poco después, alrededor de las 3 de la madrugada, otro episodio similar tuvo lugar en Pellegrini y Oroño. Allí, un operativo de la Brigada Motorizada detuvo a un automovilista de 60 años, oriundo de Alvear, que conducía un Audi A6 Allroad. Al practicarle el test, se confirmó que presentaba 1,78 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra muy por encima del límite permitido.

Al igual que en el caso anterior, el vehículo fue secuestrado y trasladado al corralón. Las autoridades destacaron que los operativos de control seguirán activos durante la madrugada en distintos puntos estratégicos de la ciudad, con el objetivo de reducir los riesgos viales asociados al consumo de alcohol.

Estos procedimientos forman parte de un plan integral de seguridad vial impulsado por la Municipalidad, en coordinación con las fuerzas provinciales, para reforzar la prevención durante los horarios nocturnos.

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