El comercio rosarino atraviesa un panorama complejo marcado por la caída sostenida en las ventas, el encarecimiento del crédito y el peso de los altos alquileres. Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, advirtió que cada vez son más los locales que quedan desocupados, reflejando la fragilidad de pequeñas y medianas unidades productivas.
“Es lógico que esto ocurra en medio de la crisis económica que atraviesan distintos sectores. La rentabilidad es muy baja porque resulta difícil trasladar a precios los aumentos de costos que afrontan los comerciantes. A esto se suma la presión de los alquileres, que en las zonas de mayor jerarquía, como el centro, resultan imposibles de sostener”, explicó Diab en diálogo con VersiónRosario.
El dirigente señaló que muchos empresarios optan por mudarse al macrocentro, donde los valores son más accesibles, mientras otros no logran sostener su actividad y terminan cerrando. Según remarcó, la situación se agrava por las dificultades para acceder a financiamiento en un contexto de tasas de interés elevadas.
“Los préstamos personales son casi inviables porque las tasas son muy altas. El propio gobierno busca retirar divisas del mercado para contener la inflación y la presión sobre el dólar, pero eso deja sin herramientas a quienes necesitan crédito. Queda en pie la Cuota Pyme, que ofrece condiciones más favorables a partir de acuerdos con los bancos, aunque igualmente con un costo financiero que se siente”, sostuvo.
Diab remarcó la contradicción que enfrentan hoy los comerciantes: “Cuando alguien puede ahorrar, recibe altos intereses por dejar el dinero en el banco. Pero cuando un empresario necesita financiamiento, se encuentra con la misma lógica aplicada en contra, que hace inviable pedir un préstamo para sostener la actividad”.
En este escenario, la Asociación Empresaria alerta por la pérdida de competitividad del sector y advierte que, sin medidas que alivien los costos y faciliten el acceso al crédito, se profundizará el cierre de locales en Rosario. “Las propuestas bancarias están limitadas y el margen de maniobra es cada vez más chico. Sin ventas suficientes, sin acceso al crédito y con alquileres desproporcionados, el comercio está en una situación muy delicada”, resumió Diab.