Un agente del Servicio Penitenciario de Santa Fe fue detenido este lunes al ser sorprendido cuando intentaba ingresar elementos prohibidos al complejo penitenciario de Piñero. Entre sus pertenencias, que fueron inspeccionadas durante el control de ingreso a su turno, se encontraron dispositivos electrónicos y sustancias ilícitas cuidadosamente ocultas.
La situación quedó al descubierto cuando el personal de seguridad del penal sometió la mochila del agente al escáner de rutina. El análisis reveló la presencia de dos teléfonos celulares envueltos en papel aluminio y guardados dentro de un frasco metálico, sin chips ni tarjetas de memoria. Junto a los dispositivos, también se hallaron dos cargadores portátiles y un auricular.
Lo más grave, sin embargo, fue el hallazgo de estupefacientes escondidos en envases aparentemente inofensivos. Dentro de una lata de leche y un paquete de yerba, los agentes detectaron un trozo compacto de marihuana, así como una cantidad no especificada de cocaína.
Además, durante la requisa también le incautaron siete paquetes de levadura, un producto que está expresamente prohibido en los establecimientos penitenciarios de la provincia, ya que suele utilizarse para la elaboración casera de alcohol.
Frente a los hallazgos, las autoridades procedieron de inmediato a detener al agente, quien quedó a disposición del fiscal de turno. También se le inició un sumario administrativo interno para determinar su responsabilidad y evaluar posibles sanciones disciplinarias.
El hecho vuelve a poner bajo la lupa la situación interna del sistema penitenciario santafesino y los intentos recurrentes de introducir elementos ilegales a través de personal que debería velar por la seguridad. Desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe no realizaron declaraciones públicas al respecto, pero fuentes penitenciarias confirmaron que se reforzarán los controles a todo el personal que accede a las unidades carcelarias.