Parroquial volvieron a demostrar este miércoles 12 de noviembre que la ayuda comunitaria se sostiene con trabajo constante y compromiso. Ese día, el grupo distribuyó 171 viandas en distintos sectores de la ciudad, acercando alimento, contención y un mensaje de esperanza a personas en situación vulnerable.
Las tareas solidarias se inspiran en las enseñanzas de Santa Teresita del Niño Jesús, quien afirmaba: “No puedo hacer cosas grandes, pero sí pequeñas cosas con gran amor”. Bajo ese espíritu, cada entrega busca transformar realidades a través de gestos simples pero significativos.

El programa de viandas continúa fortaleciéndose gracias a nuevas donaciones de mecheros, que permiten avanzar en la construcción de la nueva cocina comunitaria. Una vez finalizado, el espacio no solo facilitará la preparación de más comidas, sino que también ofrecerá talleres de cocina y capacitaciones en oficios, generando oportunidades para vecinos de la zona.
En cada jornada, los voluntarios destacan que, tal como enseñaba Santa Teresita, “una palabra, una sonrisa, bastan muchas veces para dar felicidad a un corazón”. Y desde Cáritas Parroquial, ese mensaje se transforma en acción todos los días.






















