A raíz de diferentes hechos de inseguridad registrados durante los últimos meses, vecinos del barrio Alberdi de la ciudad decidieron tomar medidas por su cuenta e instalaron una garita con guardias privados para prevenir robos.
La casilla quedó montada en la intersección de calles Larrechea y Valentín Gómez, en la zona norte. Quienes viven allí sostienen que lo hicieron porque es “una manera de protegerse” frente a los continuos asaltos y robos sufridos, sostienen.
Los propios vecinos detallaron que se hacen cargo de los costos y el sueldo de los guardias de seguridad privada. Abonan alrededor de 10 mil pesos por mes cada uno.
“Hubo muchos robos, estábamos cansados. Nos robaban los medidores de agua, caños de aire acondicionado, arrebatos de celular, baterías de autos. Llamábamos a la Policía, hacíamos la denuncia y no había rondas policiales, nos sentíamos solos”, explicó uno de los vecinos sobre las razones que los llevaron a unirse y decidir implementar este método.
“Costó muchísimo, es plata que a nadie le alcanza para llegar a fin de mes. Después de un mes y medio de preguntarles a todos, llegamos a un número y tenemos la garita. En estas cuatro cuadras ahora no pasa nada. Es un mal consejo porque esto lo tiene que hacer la Policía, pero estamos bien, contentos”, detallaron acerca de cómo se redujo la cantidad de hechos de inseguridad después de contratar a los guardias.
Un joven que vive en esa misma cuadra relató que sufrió un robo el viernes pasado, pero fuera de los metros en los que intervienen los guardias contratados.
La esquina está a ocho cuadras de la comisaría 10ª y la garita custodia, en total, cuatro cuadras del barrio. Detallaron que, al detectar a los delincuentes, los guardias los apartan de la zona, aunque no estarían armados.