El consumo en Rosario continúa en descenso y el panorama comercial refleja con claridad el impacto de la inflación sobre los hábitos de compra. Desde la Cámara de Supermercadistas de Rosario, su representante Juan Manuel López Raido señaló a VersiónRosario que los consumidores modificaron drásticamente su comportamiento y hoy privilegian el precio por encima de la marca, en un contexto donde la economía doméstica se ve cada vez más limitada.
Según explicó, los últimos datos del INDEC confirman que el consumo sigue en baja y que varios productos de consumo masivo registraron aumentos por encima del promedio de la inflación. “El caso de las gaseosas es un ejemplo claro: subieron cerca de un 6% en el último mes, lo que hace que muchos consumidores directamente las eliminen de su changuito. Antes hacían el esfuerzo por mantener esos gustos, pero hoy ya no pueden permitírselo”, apuntó.
En ese marco, los supermercados intentan sostener el nivel de ventas a través de estrategias de descuentos puntuales. “Tratamos de mantener acuerdos con distintas tarjetas de crédito para ofrecer promociones en días específicos. Se nota que el consumidor espera esas fechas para hacer las compras grandes, porque el ahorro que obtiene en esos casos es considerable”, explicó López Raido.
El dirigente gremial remarcó además que el público está mucho más atento y racional a la hora de comprar. “Hoy el cliente analiza, compara precios y revisa etiquetas. Ya no existe esa fidelidad con las marcas tradicionales; elige lo que resulta más económico. Si antes prefería una marca líder, ahora compra la alternativa más barata. Se trata de una conducta extendida que responde a la necesidad de cubrir las compras básicas con el dinero disponible”, detalló.
López Raido sostuvo que esta nueva racionalidad del consumo impacta directamente en la rentabilidad del sector. “Las ventas se sostienen solo a fuerza de promociones, pero los márgenes se reducen. La situación es muy difícil para las empresas, especialmente para las medianas y pequeñas que tienen menos poder de negociación con los proveedores”, indicó.
El referente de la Cámara advirtió finalmente que el panorama podría agravarse en los próximos meses si la economía no muestra señales de recuperación. “La gente está muy medida en el gasto y eso repercute en toda la cadena comercial. El desafío es enorme: necesitamos estabilidad y previsibilidad para poder planificar y evitar que esta caída del consumo se profundice”, concluyó.