Trabajadores de PedidosYa en Rosario realizaron una protesta el sábado por la noche en el barrio de Pichincha, reclamando mejoras en sus condiciones laborales y denunciando irregularidades en la forma en que la aplicación liquida sus prestaciones. La medida fue la primera de un plan de lucha que, según adelantaron, se repetirá en los próximos meses si no obtienen respuestas.
Los repartidores sostienen que la empresa se queda con parte de las propinas que los clientes abonan de manera online y que los pagos por pedidos múltiples son irrisorios. “El cliente dice que dejó mil pesos, pero en la aplicación solo aparece que recibís 400”, explicó uno de los presentes, quien además señaló que los recorridos se manipulan y que el cálculo de kilómetros no refleja lo realmente transitado.
Las críticas también apuntan a la tarifa base, considerada insuficiente frente a los gastos que demanda la actividad. Combustible, mantenimiento, repuestos y la exposición constante en la calle hacen que el ingreso sea cada vez menos rentable. “Estamos todo el día en la calle; necesitamos cubrir todos esos gastos —nafta, aceite, cubiertas— y eso no se considera”, coincidieron.
José Teves, uno de los trabajadores autoconvocados que participó de la marcha, explicó que “los pedidos múltiples son retirados de un mismo local y entregados en diferentes domicilios, pero PedidosYa paga un solo retiro, cuando en realidad estás haciendo varios. Luego reconocen apenas una distancia entre la primera y la segunda entrega. Esos pedidos terminan pagándose 800 o 900 pesos cada uno, muy por debajo de lo que correspondería”.
Teves agregó que “otro punto central es la propina. Muchas veces los clientes aseguran que dejaron un extra, pero ese dinero nunca llega. Cuando la aplicación sube un poco la tarifa, casualmente las propinas online desaparecen. Por eso decidimos organizarnos entre nosotros, ya que hoy no hay ninguna asociación que nos represente en Rosario”.
En la misma línea, Patricio, otro cadete, subrayó que la rentabilidad de la tarea es cada vez más baja: “Lo que pedimos es que se actualicen los valores de los pedidos. Muchas veces llevás dos o tres y te pagan solo dos, achicando el monto real. A eso se suma que durante la semana hay muchas horas sin pedidos, en las que no ganamos nada. La empresa habilita más cuentas sin medir la demanda, y eso repercute en los que ya trabajamos”.
El trabajador también remarcó las dificultades del oficio: “Es un trabajo muy sacrificado. Estás expuesto a la lluvia, al tránsito, a los robos. Podés recorrer toda la ciudad con tres pedidos y que te acrediten apenas 3.000 pesos. Así es imposible mantener la moto y llevar plata a casa. No queda otra que reclamar”.
Los repartidores aseguran que cuando pidieron un incremento en la tarifa, la compañía apenas sumó diez pesos por pedido, cifra que consideran simbólica e insuficiente. Ante la falta de respuesta, resolvieron que la protesta no sea un hecho aislado y adelantaron que realizarán nuevas medidas de fuerza hasta lograr que sus reclamos sean escuchados.