En una reunión por la crisis de la seguridad pública que tuvo sede en Rosario este jueves, el ministro de seguridad Claudio Brilloni afirmó que “no está satisfecho con los resultados de su gestión” y se refirió a la alta conflictividad y vulnerabilidad social como fondo de la ola de violencia.
En referencia a la muerte de Mauro Villamil, una de las siete víctimas que tuvo la ciudad de Rosario en menos de 24 horas, Brilloni señaló que esos hechos le provocan “molestia, congoja y dolor”.
En la reunión participó la plana mayor de la Unidad Regional II y el ministro de Gestión Pública, Marcos Corach, quien ratificó en el cargo al gendarme retirado, frente a “rumores infundados”.
El ministro solicitó –en línea con un planteo del gobernador Omar Perotti– que personal de la Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados), dependiente de Nación, se sume al trabajo territorial de inteligencia criminal, de investigación judicial y prevención para sacar de circulación armas de fuego.