La Justicia de Rosario autorizó la sustitución del apellido paterno de una joven por el de su madre. La joven, con el patrocinio del abogado Luciano Chiacchiera, presentó una demanda con el objeto de que se proceda al cambio de apellido por el de su progenitora y a la consecuente modificación ante los registros, entes públicos y privados y documentación de identidad personal correspondiente.
Sostuvo que si bien nació en Rosario, realizó estudios universitarios, actualmente por cuestiones económicas reside en la Provincia de Buenos Aires, donde enfrenta fuertes y difíciles desafíos tanto materiales como emocionales propios de su edad y la etapa de la vida que se encuentra transitando lo que se ve afectado por el malestar que ocasiona la portación del apellido paterno.
Destacó que desde temprana edad comenzó a padecer- junto a su madre- reiterados actos de violencia por parte de su progenitor. Agregó que su madre tomó la decisión de interrumpir la convivencia a mediados del 2005, momento a partir del cual
sufrió un alejamiento de su progenitor perdiendo el poco contacto que antes de ello poseía con él.
Si bien se convino un régimen de contacto parental entre sus padres, el mismo lejos estuvo de resultar. Dijo que jamás cumplió su padre con la obligación alimentaria.
El juez en lo civil y comercial Mauro Bonato expresó en la resolución que “uno de los caracteres principales del nombre, como atributo de la personalidad, es el de su inmutabilidad, que tiende a resguardarlo de cambios no justificados. Sin embargo, dicho principio no es absoluto y nuestro ordenamiento positivo establece la posibilidad excepcional de apartarse del mismo”.
Añadió que las razones esgrimidas por la joven parecen ser motivos justos para autorizar el cambio de apellido que pretende.
Por su parte, el abogado patrocinante puntualizó que “la decisión se enmarca en un pedido con sólidos fundamentos jurídicos, doctrinarios y constitucionales, a raíz de los reiterados episodios de violencia familiar y patrimonial sufridos por parte de su progenitor, cuyo apellido deseaba dejar atrás”.
Agregó el doctor Luciano Chiacchiera manifestó que “la sentencia no sólo reconoce el derecho a cambiar un dato registral, sino que se erige como una decisión con impacto reparador, que pone en el centro a la víctima, su identidad, su dignidad y su derecho a reconstruirse sin lastres del pasado”. Además, se resolvió modificar el acta de nacimiento.