La plaza 25 de Mayo, corazón cívico e histórico de Rosario, comenzará a ser remodelada desde este miércoles como parte del ambicioso plan de obras impulsado por la Municipalidad en el marco del Proyecto Urbano Rosario 300, con vistas a los festejos del Tricentenario de la ciudad.
La intervención forma parte de una estrategia más amplia para revitalizar el área fundacional, donde conviven íconos como la Catedral, el Palacio Municipal, el Pasaje Juramento y el Museo Estévez. Según informó el secretario de Obras Públicas, Juan Manuel Ferrer, los trabajos buscan mejorar la accesibilidad, reforzar la identidad patrimonial y priorizar el uso peatonal.
“El objetivo es recuperar un espacio de alto valor simbólico y urbano, ordenando la circulación, ampliando las veredas y conectando mejor los principales puntos del entorno”, explicó Ferrer. La remodelación contempla la eliminación del estacionamiento sobre calle Córdoba entre Laprida y Buenos Aires, y la creación de pasos a nivel tanto en Laprida como en la intersección con el Pasaje Juramento, facilitando la circulación peatonal entre la plaza y la peatonal Córdoba.
Las tareas incluyen también la reparación de calzadas en las calles perimetrales —Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Laprida—, además de la restauración de solados interiores, el reacondicionamiento de baldosas históricas, nuevo cordón cuneta y bacheo.
El proyecto contempla mejoras integrales en infraestructura y estética: se readecuarán los desagües pluviales, se reubicarán sumideros y se incorporarán rampas de accesibilidad. A esto se suma la instalación de nuevo alumbrado, equipamiento urbano renovado y trabajos de parquización para embellecer el entorno.
La obra tiene un presupuesto oficial de 780 millones de pesos y un plazo estimado de ejecución de 180 días corridos. Durante ese tiempo, el tránsito en la zona se verá parcialmente restringido.
La remodelación de la plaza se complementa con otras obras en ejecución en el sector, como la puesta en valor del Pasaje Juramento, el Espejo de Agua y las esculturas de Lola Mora, así como tareas de restauración en la Catedral y el Palacio de los Leones.
“Es una apuesta a cuidar nuestra historia y preparar la ciudad para el futuro”, concluyó Ferrer.