El Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080), en el corazón de la plaza Montenegro, se sigue poniendo a punto de cara a la nueva Feria Internacional del Libro. El histórico edificio, ubicado en el centro de Rosario, quedará formalmente inaugurado durante la Feria del Libro 2025, que se desarrollará del próximo 15 al 25 de octubre.
El proyecto busca reconvertir al emblemático centro en un generador de contenidos culturales con una fuerte impronta juvenil, con actividades abiertas las 24 horas y un perfil renovado que combine tradición y modernidad. La remodelación contempla un abordaje integral en todo el edificio, con intervenciones en áreas de alto valor histórico y simbólico.
“Este edificio desde el año 78 no tenía una intervención así”, destacó este martes el intendente Pablo Javkin durante su visita. El mandatario mencionó que la iniciativa implicó recambio de pisos y modificaciones en los techos y remarcó la apertura de la visión hacia el exterior: “Estaba tapado desde afuera una de las cosas más lindas probablemente que tiene este edificio que es el mural de Melé Bruniard, ahora tiene vidrio, así que el edificio afuera y adentro va a interactuar de manera transparente”.

Y detalló: “El día 15 abrimos la Feria del Libro e inauguramos formalmente el centro cultural, y terminada la feria lo montamos ya como va quedar definitivamente para que la ciudad lo pueda aprovechar y disfrutar”. Luego, anticipó que durante el acto de apertura del centro cultural, se realizará una nueva “muestra de cómo es el sistema de luces que tiene y todo lo que nos permite el sistema de iluminación exterior”.
El lugar contará -además- con un exclusivo sector gastronómico que interactuará con el renovado Mercado del Centro, a la vez que hizo hincapié en las posibilidades que brindará la nueva iluminación de realizar actividades en el exterior del Fontanarrosa, sobre la plaza seca.

Entre las principales tareas se destacan la remodelación integral de los sanitarios públicos en los tres niveles, la colocación de piso vinílico continuo en salas y espacios comunes y la restauración de la escalinata interior.
Además, se prevé la incorporación de nuevos equipos de climatización y adecuación de la instalación existente, el reemplazo de carpinterías y vidrios exteriores, y la apertura de un nuevo vano en el atrio para mejorar la visión de la obra mural de Melé Bruniard, así como mejoras en el sistema lumínico.

Cabe recordar que en junio pasado se presentó la renovada fachada del espacio público, con un sistema de iluminación vanguardista, diseñado para integrar el espacio cultural de manera más armónica con su entorno, como primera etapa de la obra. La fachada fue pintada por completo y se llevaron adelante trabajos que permitieron un nuevo cerramiento perimetral, a través de un revestimiento en lona microperforada de color beige, traslúcida, marca Sembra, con módulos que se corresponden a las guías ya existentes en el edificio, para acentuar y enfatizar sus rasgos edilicios.
La tela seleccionada presenta buena resistencia UV (capacidad de un material para resistir los efectos dañinos de la radiación ultravioleta), cuenta con protección antihongos, retardantes al fuego, y posee resistencia térmica, que la vuelve muy conveniente para el uso en el exterior. Ese diseño es acompañado por un nuevo sistema de iluminación, cuyos colores podrán ir cambiando, adaptándose a cada ocasión. Esa disposición ornamental perimetral se desarrolla en los tres pisos, y permitirá crear distintas puestas lumínicas.

Una propuesta para cada piso
El proyecto busca que cada nivel represente un espacio dedicado a una producción determinada, cada uno con características distintas. En ese marco, la planta baja promueve gestos de integración urbana y se plantea más abierta, transparente y atravesable, para hacer más visible su vida interior diaria y fortalecer su relación con la plaza Montenegro, en tanto lugar de encuentro, de recreación, y que pueda también contener eventos multitudinarios.
La idea base apunta a que en cada piso se puedan trabajar distintos contenidos, a partir de un diseño de producción específico para cada actividad. Busca sorprender a las y los visitantes dentro de su recorrido, desde puestas más atractivas, disfrutables, y sensibles. En ese tránsito interno, se generarán espacios de trabajo vinculados a las cuestiones tecnológicas, el desarrollo digital y la inteligencia artificial.
El segundo piso está planteado sobre un concepto de club, donde pueden participar y convivir distintas propuestas, y tienen un espacio destinado a la experimentación y la exposición de cuestiones escénicas y musicales.

En tanto, el tercer piso pretende conformar un espacio donde se experimenten situaciones singulares, no tan cotidianas, de rasgos más excepcionales. Allí, se podrán desarrollar shows, desde una idea más elaborada, que pueda acontecer por única vez.
Nuevo enfoque hacia los jóvenes
Una de las modificaciones más importantes que plantean los ejes del proyecto es el cambio de público, ya que ahora las tareas se direccionan principalmente hacia los jóvenes. Se busca acompañar ese proceso y generar espacios con condiciones de seguridad, que permitan que puedan desarrollar sus disciplinas durante más horas del día.
La propuesta promueve renovados vínculos urbanos con los jóvenes, apuesta a poner en diálogo a esa comunidad con las distintas iniciativas que surgen desde ese ámbito. Se busca una impronta de espacio joven, de contención, donde puedan producir y desarrollar sus actividades. En ese marco, por su ubicación estratégica, a la vez, se busca afianzar su relación con el afuera, interactuando con la dinámica cotidiana que plantean el Mercado del Centro, la Asociación Peatonal San Martín, y otros espacios culturales y académicos.