Una amenaza de bomba generó alarma en la mañana de este martes en el Colegio San José de Rosario. Cerca de las 10.30, la institución recibió una llamada anónima que advertía sobre la inminente explosión de un artefacto explosivo en un lapso de quince minutos. Ante la situación, las autoridades activaron de inmediato el protocolo de evacuación y dieron aviso al 911.
Mariano Gálvez, representante legal de la institución, relató que la comunicación fue recibida directamente en la escuela, algo inusual ya que este tipo de advertencias suelen llegar a los servicios de emergencia. “Fuimos nosotros quienes llamamos al 911. Apenas recibimos el aviso, pusimos en marcha la evacuación de alumnos y personal. Es un procedimiento que tenemos muy practicado”, señaló.
Los estudiantes fueron guiados por sus docentes hacia las salidas de emergencia y trasladados hacia la zona del río por calle Rocas, acompañados por adultos responsables. Minutos más tarde arribaron al lugar efectivos del Comando Radioeléctrico, seguidos por dotaciones de Bomberos y la brigada de explosivos, que realizaron las primeras inspecciones.
Según detalló Gálvez, se priorizó la revisión del sector de nivel inicial, lo que permitió que los más pequeños regresaran rápidamente a las aulas. El resultado fue negativo y, tras esa verificación, los equipos de seguridad continuaron con la inspección de la manzana principal. “La prioridad era que los chicos de nivel inicial pudieran volver a la normalidad lo antes posible. Ahora resta el control completo de primaria y secundaria”, indicó.
Al momento de la amenaza, una parte de los estudiantes de secundaria ya había concluido sus actividades y se había retirado, lo que redujo la cantidad de alumnos en el edificio. Sin embargo, permanecían unos 300 jóvenes, junto con la totalidad del alumnado de primaria, que fueron evacuados de manera preventiva.
La municipalidad colaboró con cortes de tránsito en la avenida del río, muy transitada en ese horario, para facilitar el traslado seguro de los grupos escolares. El operativo se desarrolló con rapidez y no se registraron incidentes adicionales.
Consultado sobre el origen de la llamada, el representante legal precisó que se trató de un número bloqueado y que será tarea de las fuerzas de seguridad rastrear a los responsables. “No tenemos posibilidad de identificar el emisor, pero confiamos en que las autoridades puedan avanzar con la investigación. No es un hecho habitual, aunque el año pasado tuvimos un episodio similar”, recordó.
La amenaza terminó siendo falsa, pero el despliegue dejó en evidencia la preocupación por este tipo de episodios que alteran la rutina escolar y generan gran inquietud en la comunidad educativa.