Al menos 31 allanamientos se llevaron a cabo este miércoles a la mañana en distintos barrios de la ciudad y en el sur del Gran Rosario, en Arroyo Seco y San Nicolás. Unas diez personas fueron detenidas y la policía secuestró armas, drogas, una fuerte suma de dinero en moneda nacional y dólares y balanzas de precisión.
Los allanamientos fueron ordenados por el juez federal Nº4 de Rosario, Marcelo Bailaque, a requerimiento del fiscal Arzubi Calvo, y realizados por efectivos de la División Antidrogas de la Policía Federal de Rosario, con colaboración de la Procuraduría de Narcocriminalidad.
Según indicaron fuentes de Fiscalía, los investigados se dedicaban al comercio de drogas y que contaban con distintas líneas de provisión.
Voceros consultados este miércoles indicaron que, siguiendo distintas líneas de investigación, se amplió el abanico de hipótesis y así se pudo dar con otros proveedores intermedios que tenían su radio de acción las localidades de Arroyo Seco y San Nicolás. De acuerdo a lo que se pudo establecer, uno de los grupos operaba en la zona sudoeste de Rosario y tenía a Sandra C. como una de las iniciales investigadas. Esa mujer fue detenida el mes pasado, oportunidad en la que también se le incautaron más de 2 kilos y medio de cocaína, lista para su posterior venta, en uno de los domicilios que el clan utilizaba para resguardar el material ilícito. Junto con ella, también colaboraban su pareja, hermano e hijos.
A medida que los investigadores pudieron ascender en la cadena de provisión de la droga dieron con otros domicilios de Las Flores y La Granada como también con nuevos actores, entre los que surgen Nancy Q., María Soledad S., Marcela R. y Dylan C, vinculados estos últimos con el clan Canteros, a quienes se les adjudica históricamente el control territorial de la zona.
Además, se vinculó a uno de los domicilios con una distribuidora de alimentos y bebidas ubicada en la zona sur, como perteneciente a la familia Canteros.
En lo que respecta la línea de Arroyo Seco, se verificaron puntos de venta que reconocen como proveedores a Ariel T., Gabriel T., Maximiliano F. y José A., quienes a su vez viajaban a Rosario en busca del material estupefaciente, o gestionaban su envío, que luego distribuían a nivel local.
Uno de los colaboradores de José A. sería un ex comisario, identificado como Darío S.B. quien también fue condenado en la causa vinculado a la banda de Los Monos en el fuero provincial, por falso testimonio. También se establecieron relaciones de uno de los sindicados traficantes con un pastor evangélico de Arroyo Seco, quien recibiría de los investigados grandes sumas de dinero.
En cuanto a la línea de San Nicolás, se establecieron conexiones entre los investigados con asiento en Arroyo Seco y un actor conocido como “Pablo Escobar Nicoleño” (Ariel F.), quien tiene su domicilio de residencia en esa ciudad bonaerense y también se dedica a abastecer puntos de venta al menudeo de estupefacientes.