Una investigación por presuntas maniobras de sustracción de insumos médicos derivó este jueves en una serie de allanamientos simultáneos en Rosario y Villa Gobernador Gálvez, que incluyeron al hospital de emergencias Clemente Álvarez (Heca), domicilios particulares y hasta una funeraria. Las medidas fueron ordenadas por los fiscales provinciales José Luis Caterina y Adrián Spelta, luego de una denuncia presentada por la Municipalidad de Rosario.
La fuerza encargada de llevar adelante los procedimientos es la División de Asuntos Internos, que se desplegó desde temprano en distintos puntos de la ciudad. En total se libraron catorce órdenes de allanamiento, entre ellas una dentro del propio Heca, donde los agentes inspeccionan áreas específicas del nosocomio en busca de pruebas.
Si bien no se registraron detenciones hasta el momento, varias personas quedaron formalmente imputadas en el marco de la causa. Los fiscales buscan determinar el alcance de los hechos y si hubo complicidad interna en una posible red de desvío de materiales médicos.
El caso salió a la luz a fines del año pasado, cuando autoridades municipales detectaron irregularidades vinculadas al faltante de insumos en el hospital. A partir de esa sospecha, se inició una auditoría interna que concluyó con el despido de un empleado señalado como responsable directo del robo. También fue separado de su cargo el jefe del área de vigilancia del edificio.
Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) explicaron que los operativos se enfocan en recolectar documentación, registros y cualquier otro elemento que pueda ser útil para esclarecer lo ocurrido. La investigación aún se encuentra en etapa preliminar, pero las autoridades no descartan nuevas imputaciones en los próximos días.
Los fiscales siguen de cerca la evolución del caso, que pone bajo la lupa el funcionamiento interno del hospital público más importante de Rosario y levanta sospechas sobre posibles vínculos con actores externos, entre ellos una funeraria ubicada en la zona oeste.